martes, 26 de junio de 2012


La Historia siempre la escriben los vencedores. Es su Historia, no tu Historia.

Desde siempre la Historia, o mejor dicho la Historiografía (ciencia social que estudia y analiza fenómenos humanos del pasado para comprender fenómenos humanos del presente), ha sido utilizada por aquellos que ostentan el poder para dar una visión parcial y sesgada de la realidad. En el caso de la Historia reciente de nuestro país, esto se hace aún más evidente.

El actual sistema político, heredero de una dictadura impuesta tras un sangriento golpe de estado contra un régimen republicano legalmente constituido, necesita mantener adoctrinadas y desmemoriadas a las generaciones más jóvenes en su afán de proteger los privilegios de una pequeña parte de la población. Precisamente esa pequeña parte que aún hoy tiene las riendas del poder es heredera de aquellos que se levantaron en armas contra la II República, y es la que sostiene un régimen político ilegítimamente constituido (durante cuarenta años bajo la forma de una dictadura fascista y desde la muerte de Franco en forma de un sistema parlamentario supuestamente democrático).

De ahí la necesidad de conocer e investigar nuestra verdadera Historia. Aquella que nos han robado los que acabaron de forma violenta con la democracia en 1936 y que hoy en día siguen manteniendo el poder en sus manos.

Extractos de libros de Historia de 2º de Bachillerato actualmente en uso en la Comunidad de Madrid:

Guerra Civil
La Guerra Civil de 1936 se produjo por una combinación de causas estructurales y coyunturales, de factores endógenos con exógenos. Es decir, que la sociedad española venía arrastrando, probablemente desde el siglo XIX, una serie de desequilibrios, de problemas de fondo (social, político y territorial), resaltados y agudizados con la llegada de la República en 1931. […] la democracia fracasó en su intento de de establecer un marco de convivencia aceptado por todos porque ni la derecha ni la izquierda aceptaron leal y sinceramente la legalidad republicana.
(Historia de España, 2º de Bachillerato. Editex 2009. pág. 312)
La Guerra Civil se produjo debido a un golpe militar que no triunfó en el conjunto del Estado español. Este golpe de Estado fue instigado y llevado a cabo por una parte de la población muy concreta: el Ejército, la Iglesia Católica, terratenientes y grandes capitalistas. Estos golpistas fueron los que se negaron a aceptar la legalidad republicana, y se levantaron en armas para defender sus privilegios económicos, políticos y sociales. Se puede entender la Guerra Civil como una lucha de clases, entre la minoría privilegiada y la mayoría de la clase trabajadora.


La Iglesia Católica, atemorizada por la persecución anticlerical desencadenada en la zona republicana, apoyó con entusiasmo casi unánime la causa franquista.
(Historia de España, 2º de Bachillerato. Editex 2009. pág. 325)
La razón del apoyo a los golpistas por parte de la Iglesia no es la “persecución anticlerical”. La Iglesia Católica fue parte integrante del Golpe de Estado de 1936, ya que constituía uno de los sectores privilegiados de la sociedad y varias de las reformas impulsadas por la República iban en contra de sus intereses económicos. Esto es algo que la Iglesia se negó a aceptar y por ello apoyó el golpe militar.
Dictadura
El franquismo no se puede entender sin considerar que fue el resultado de una guerra civil que no terminó con un compromiso –como la carlista- sino con una victoria incondicional. Fue la consecuencia del planteamiento inicial de la guerra civil: cada bando aspiraba a la liquidación del contrario.
(Historia de España, 2º de Bachillerato. Editex 2009. pág. 337)
Aún cuando durante la guerra hubo represión por ambas partes, el gobierno republicano actuó en seguida y acabó con la represión indiscriminada en las zonas que controlaba. Esto es algo que no pasó en el bando franquista, ya que durante la guerra y después de concluida ésta, se llevó a cabo una política de exterminio contra cualquier persona relacionada con la República o con ideología de izquierdas. El genocidio y la liquidación total del contrario fue una estrategia únicamente de los franquistas, tanto durante la guerra, como durante los años que duró la dictadura.


Las consecuencias más frecuentes de la represión no fueron tan trágicas, pero resultaron eficaces: depuraciones de funcionarios, prohibición del ejercicio de la actividad profesional o limitaciones de la libertad de residencia. En definitiva, se trataba de mostrar que había dos tipos de españoles: vencedores y vencidos. Con el tiempo esas diferencias de fueron difuminando, hasta desaparecer años más tarde.
(Historia de España, 2º de Bachillerato. Editex 2009. pág. 338)
 La represión llevada a cabo por el franquismo, lejos de difuminarse o desaparecer, continuó durante todos los años de la dictadura. Miles de personas fueron hechas desaparecer, ejecutadas, torturadas y encarceladas por motivos políticos e ideológicos. Como ejemplo cabe destacar los últimos cinco ejecutados por el franquismo, que fueron fusilados en 1975, apenas dos meses antes de la muerte del dictador.


Transición
La Transición democrática es el proceso de restablecimiento de las instituciones democráticas que tuvo lugar en España entre 1975 y 1982.
(Historia de España, 2º de Bachillerato. Oxford Educación 2009. pág. 289)
El restablecimiento de las instituciones democráticas sólo se habría producido si hubiera habido una ruptura con el régimen franquista y se hubiera vuelto a la legalidad vigente antes del Golpe de Estado de 1936. Por el contrario, la Transición significó el mantenimiento de las estructuras políticas y económicas del franquismo bajo la forma de un régimen parlamentario supuestamente democrático y la imposición de una monarquía que ya había sido expulsada por decisión del pueblo en el año 1931.


Finalmente, el 15 de junio de 1977 se celebraron las primeras elecciones democráticas y plurales desde 1936
(Historia de España, 2º de Bachillerato. Oxford Educación 2009. pág. 292)
 Las elecciones de 1977 no fueron unas elecciones plurales ya que varios partidos de la izquierda estaban todavía ilegalizados, debido a su negativa a aceptar las condiciones que imponía la farsa de la Transición. Se llegaron a producir detenciones de dirigentes y militantes de partidos ilegalizados.


Se recoge en la Constitución [de 1978] una declaración de derechos y libertades muy avanzada. Como novedad respecto a constituciones españolas anteriores, la actual incluye numerosos derechos de carácter social y económico.
(Historia de España, 2º de Bachillerato. Oxford Educación 2009. pág. 297)
La Constitución de 1978 consagra los derechos y libertades de tipo económico (como el derecho a la propiedad privada), sin embargo los derechos de carácter social (derecho al trabajo o derecho a una vivienda digna) se quedan en papel mojado. Se puede decir que la Constitución garantiza los privilegios económicos y políticos de la clase dirigente y coarta cualquier tipo de intento de cambio de modelo por parte de la clase trabajadora.

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